martes, 5 de mayo de 2009

Madrid se convierte en un hervidero literario gracias a la Noche de los Libros

Más de 200 librerías y 80 bibliotecas abrieron hasta la medianoche el pasado 23 de abril en Madrid, con motivo de la celebración del Día del Libro. Alrededor de 400 actividades con los libros como protagonistas convirtieron a la capital, por un día, en una gran biblioteca urbana.


Un libro ya supone, por sí solo, una sensación placentera. Pero si a éste se le suma una jornada al aire libre y una meteorología veraniega, el resultado se traduce en una experiencia literaria sin comparación. Ésta es la iniciativa con la que, por cuarto año consecutivo, la Consejería de Cultura, Deporte y Turismo de la Comunidad de Madrid ha querido deleitar a los madrileños (.pdf), al tiempo que se promueve la aproximación de los ciudadanos al mundo de los libros.



Desde primera hora de la mañana hasta pasadas las doce de la madrugada, la capital vivió una de las fiestas a las que tan acostumbrada está: la Noche de los Libros, homóloga a la pionera Noche en Blanco y la de los Teatros, aprovecha desde hace años la coyuntura del Día del Libro para sacar a las calles la fuente del saber y, de paso, darle un esporádico empujón a la cada vez más mermada industria literaria.


Un taller infantil de cuentacuentos, un encuentro con el escritor Juan José Millás o un concierto en la más literaria que nunca Cuesta de Moyano son sólo algunas de las actividades que tuvieron lugar en Madrid a lo largo de todo la jornada (.pdf), en la que se conmemoraba el 393º aniversario de la muerte de los escritores más prestigiosos que han dado las dos principales lenguas: Shakespeare, en inglés y Cervantes, en español.


Un día de excepción, este 23 de abril, que parecía el único momento del año en que se podía comprar un libro: míticas librerías madrileñas, como la céntrica Casa del Libro, se veían desbordadas por la gran afluencia de clientes, y las colas para abonar una compra daban varias vueltas en el interior del establecimiento. Y es que La Noche de los Libros suponía una oportunidad inmejorable de hacerse con grandes libros a un precio más que reducido: sobre todo, merecen especial mención los puestos ambulantes que vendían libros bajo ofertas que llamaban a unos expectantes transeúntes al grito de “¡Tres por diez euros!” o “¡Dos por cinco!”.


Fue particularmente especial la situación que vivió la archiconocida Cuesta de Moyano, una empinada calle que, debido a su acentuada inclinación en conjunción con el fuerte Sol, se antojaba realmente difícil de subir; una cuesta recientemente rehabilitada que siempre será recordada por su nostálgico corredor de pequeñas casetas literarias, las cuales, debido precisamente a la Noche de los Libros, tuvieron que disputarse la clientela con las citadas librerías ambulantes; todo ello, al compás de algunas actuaciones musicales, promovidas por Radio 3, que hacían las delicias de jóvenes y mayores, como la protagonizada por El desván del duende en el mismo comienzo de la subida.


Además, establecimientos que nada tienen que ver con la literatura quisieron participar en la gran fiesta literaria y organizaron diferentes actividades; así, varios cafés organizaron sus propias tertulias; algunos teatros sacaron sus compañías a la calle para representar de manera interactiva con el público; y algunas sedes de empresas y corporaciones ajenas al mundo de los libros abrieron sus puertas para tratar que el público se acercara a ellas: El Corte Inglés, que organizó una tertulia sobre “Autores de culto y cultura de autores”; el Ateneo de Madrid, donde se podía asistir a una lectura de poemas de Cernuda y Lorca con música e interludios teatrales; o el Jardín Botánico, donde se llevó a cabo un taller de literatura de viajes estuvieron entre los muchos agentes, a priori indiferentes a la literatura, que organizaron diferentes actividades relacionadas con los libros.


Pero, probablemente, el acto más importante tuvo lugar en el Círculo de Bellas Artes donde, de la mano del Premio Cervantes 2008, el novelista Juan Marsé, se rindió homenaje a Edgar Allan Poe, a propósito del bicentenario del escritor estadounidense (también, José de Larra, por la misma efeméride, fue protagonista de otra iniciativa “literaria”, al ser recordado por la Asociación de Escritores y Artistas Españoles). Al ser preguntado Marsé por varios estudiantes colegiales se apresuró a decir “no doy conferencias porque el primero que se dormiría soy yo”, aunque sí se mostró dispuesto a intercambiar impresiones y experiencias con los jóvenes allí presentes, tal y como recogía el diario El Mundo en su edición del pasado 24 de abril.


Y, por supuesto, no podía faltar la tradicional lectura de El Quijote, un ritual que se celebra cada 23 de abril y que homenajea a la obra escrita en español más leída y con mayor prestigio de la Historia. La ceremonia que, como viene siendo habitual se celebró en el mismo Círculo de Bellas Artes, corrió a cargo de artistas como Juan Luis Galiardo, Pilar Bardem o Juan Diego, entre muchos otros.




Madrid celebra la Noche de los Libros (2:48 min.)





La gran fiesta literaria tendrá segunda parte


Los amantes de los libros están de enhorabuena porque el próximo 28 de mayo comenzará la 67ª Feria del Libro de Madrid, que se instalará en el Parque del Retiro hasta el 14 de junio. Los visitantes podrán participar en un buen número de actividades literarias o adquirir el próximo libro que vaya a leer, amén de la posibilidad de encontrarse a su autor favorito firmando libros por doquier. Sin duda, una oportunidad más de acercarse a esa fuente de aprendizaje y sabiduría, pero también de placer y disfrute, que constituyen los libros.


No hay comentarios:

Publicar un comentario