lunes, 13 de abril de 2009

Salman Rushdie presenta en España su última novela " La encantadora de Florencia"

Salman Rushdie ha presentado en España su nueva novela, La encantadora de Florencia, en la que ofrece una imagen diferente sobre Maquiavelo al tiempo que retrata la realidad indoeuropea de los siglos XVI y XVII a través de una historia, según el propio autor, “que no es real”.


Salman Rushdie (Bombay, 19 de junio de 1947) presentó en la Casa de Asia de Barcelona, el pasado día 3, su último libro, La encantadora de Florencia (en inglés); una novela que evoca esa mezcla entre fantasía y realidad que Rushdie empleó en Hijos de la Medianoche (en inglés), y que sirve al autor para recrear una historia romántica y épica en la India convulsa de los siglos XVI y XVII. Una historia que, según su ha declarado su propio autor, “no es real, aunque en India todo el mundo cree que lo es”.


La encantadora de Florencia cuenta la historia de Akbar el grande, emperador del Imperio mogol (actualmente, India) al cual un forastero revela un importante secreto relacionado con sus antepasados: de una princesa india conocida como la Encantadora de Florencia y de su viaje frustrado a Florencia. A partir de una historia en la que se combinan hechos reales con la imaginación y la creatividad del propio autor, se refleja la fundación del Imperio mogol y de las guerras que finalmente dieron lugar a la India, precisamente, la nación que vio nacer a Rushdie y que tanto ha influido en toda su obra.


Aunque el escritor indobritánico ha reconocido que al principio creía escribir “sobre las diferencias culturales entre Oriente y Occidente", cuando hubo acabado la novela advirtió que “los problemas” se derivan de lo extremadamente parecidos que son los individuos de uno y otro territorio; esta circunstancia se prolonga en la novela, según Rushdie, en el personaje de Akbar: “la tragedia de los seres humanos no es que seamos diferentes, es que seamos tan parecidos”.


En este relato, además, Rushdie reivindica la figura de Nicolás Maquiavelo, al cual ha leído y estudiado durante los últimos diez años en su proceso de documentación e investigación para escribir esta novela. Según ha afirmado el escritor británico en unas recientes declaraciones a ABC, “cuanto más leía sobre él, más descubría lo poco que tenía que ver la imagen que nos ha llegado de él con la realidad”. Rushdie ha querido salvar esta distorsión ofreciendo una nueva imagen del filósofo italiano, con el cual, precisamente debido a esa imagen equivocada que él mismo ha padecido, se siente identificado. “Quizás dentro de cien años alguien haga por mí lo que yo he hecho por Maquiavelo”.


Mucha información ha tenido que procesar Rushdie para escribir esta novela y una amplia bibliografía la que ha tenido que manejar para contextualizar el relato en unas coordenadas espacio-temporales que sean reconocibles y creíbles para el lector, ya que, como el propio Rushdie afirma, “incluso si cambias detalles tienes que demostrar que sabes de lo que estás hablando y ofrecer una versión creíble del pasado”. “El lector ha de sentir que está en buenas manos”, asegura el escritor británico.



Rushdie, perseguido y amenazado de muerte desde hace 20 años


Desde que publicara su controvertida obra Los versos satánicos en 1989, Rushdie se ha visto acosado por el Islam casi al completo y obligado a vivir bajo el yugo de la sentencia de muerte que emitió contra él el ayatolá Jomeiní y que desde entonces muchos sectores del integrismo islámico, incluída Al Qaeda, quieren ejecutar. Protegido durante años por el Reino Unido, su otra patria y en donde reside en la actualidad, el escritor de origen indio ha sabido sobrellevar esta irracional situación, hasta tal punto que es capaz de bromear con ella, como así se demostraba, el pasado verano, en un artículo de la revista Magazine: “No pretendo ponerme a discutir con el ayatolá Jomeini, pero sí que tengo que subrayar que sólo uno de nosotros dos está muerto. ¿Será eso que dicen de que la pluma es más poderosa que la espada?”.


Rushdie, consciente de que no es el único autor perseguido y vilipendiado por hacer uso de su libertad de expresión, ha ayudado a otros escritores a superar la amenaza de quienes se sienten ofendidos por unas palabras que nacen de la libre opinión y expresión que, por lo general, no ofrecen el sentido que se le quiere dar. El último de estas plumas malditas, el napolitano Roberto Saviano, está amenazado de muerte por la mafia italiana por culpa de su obra Gomorra, en donde critica severamente a la camorra. Saviano ha asegurado en varias ocasiones que Rushdie le está siendo de gran ayuda en esta tarea que supone afrontar una nueva vida llena de escoltas, anonimato, secretismo y, sobre todo, de un gran miedo. Un miedo, el que padecen estos escritores condenados a esconderse, que nace de las palabras libres y críticas que no hacen sino dar cuenta de las mismas consecuencias que estos escritores (y su palabra) sufrirán, seguramente, hasta el final de sus días.



Salman Rushdie junto a Roberto Saviano


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